Alicante es una de las provincias más fascinantes de la Comunidad Valenciana,y entre sus joyas escondidas se encuentran pequeños pueblos costeros como Moraira, ideales para una escapada de fin de semana. Si deseas desconectar y disfrutar de un ambiente más relajado y natural, estos pueblos ofrecen un entorno perfecto, con playas idílicas y una rica historia local. A continuación, te presentamos algunas de las mejores opciones para explorar en la zona.

Moraira, un rincón de paz en la Costa Blanca

Moraira es un encantador pueblo costero que se ha mantenido relativamente tranquilo en comparación con otros destinos más turísticos de la Costa Blanca. A lo largo de los años, ha logrado conservar su carácter tradicional y su esencia mediterránea. Su puerto pesquero sigue siendo uno de los puntos más bonitos para pasear y disfrutar del ambiente marítimo.

Las playas de la Comunidad Valenciana son espectaculares y las de Moraira no son menos. Una de las más destacadas es la Playa del Portet, perfecta para quienes buscan tranquilidad. También es conocida la Playa de L’Ampolla, que se encuentra a los pies del castillo, una fortificación histórica del siglo XVIII.

Además de sus playas, Moraira ofrece varios senderos para los amantes de la naturaleza como, por ejemplo, la ruta hacia el Cap d’Or, un mirador natural desde donde se puede disfrutar de vistas impresionantes del Mediterráneo y de las montañas circundantes.

Jávea, naturaleza y cultura

A tan solo unos 20 minutos en coche de Moraira se encuentra Jávea, un pueblo conocido por su espectacular combinación de paisajes de montaña y mar. El Montgó, un imponente macizo que domina la vista, es un lugar excelente para hacer senderismo, mientras que calas como la Granadella o Cala Blanca son perfectas para nadar y relajarse en un entorno menos masificado.

El casco antiguo de Jávea también merece una visita. Sus calles estrechas y empedradas están llenas de historia, con edificios de arquitectura gótica y toques renacentistas como la iglesia de San Bartolomé. Además, el paseo marítimo en la Playa del Arenal está lleno de restaurantes y bares donde podrás disfrutar de la mejor gastronomía valenciana.

Altea, arte e impresionantes vistas

Un poco más al sur de Jávea y Moraira se encuentra Altea, uno de los pueblos más bellos y artísticos de la zona. Su casco antiguo es una joya, con casas blancas, calles adoquinadas y una iglesia con una cúpula azul emblemática. Desde la plaza que rodea la iglesia, puedes disfrutar de unas espectaculares vistas al mar y a los alrededores.

Altea también es conocida por su ambiente bohemio, con numerosas galerías de arte, talleres y tiendas de artesanía. Es un lugar ideal para pasear y descubrir rincones llenos de creatividad. Además, las playas cercanas, aunque pequeñas, son muy tranquilas y ofrecen un ambiente ideal para desconectar del ajetreo de la vida diaria.

Calpe y el Peñón de Ifach

Otro de los lugares cercanos que no puedes dejar de visitar es Calpe, conocido por su imponente Peñón de Ifach, una enorme roca que se eleva 332 metros sobre el nivel del mar. El Peñón es una reserva natural y ofrece rutas de senderismo con vistas a la costa. La subida es algo exigente, pero el paisaje desde la cima hace que el esfuerzo valga la pena.

Además, Calpe cuenta con algunas de las mejores playas de la región como la Playa de la Fossa o la Playa del Arenal-Bol, que son perfectas para disfrutar de un día soleado y de las aguas cálidas del Mediterráneo. También es conocido su puerto pesquero, donde podrás degustar mariscos frescos y platos típicos de la región.

Benissa, entre viñedos y calas escondidas

Benissa es otro pueblo cercano a Moraira que merece una visita. Aunque está un poco más en el interior, su costa es conocida por tener algunas de las calas menos concurridas de la zona como Cala Advocat o Cala Baladrar. Estos pequeños rincones son perfectos para quienes buscan un lugar apartado del bullicio turístico.

Además de sus playas, Benissa es un pueblo famoso por su casco histórico con calles llenas de casas señoriales y edificios de gran valor arquitectónico muy bien conservados. También es una zona conocida por sus bodegas, por lo que una visita a alguna de las viñas locales es una excelente manera de sumergirse en la cultura vitivinícola de la región.

Consejos para moverte por la zona

Si planeas moverte entre los distintos pueblos de la costa de Alicante, tienes diversas opciones de transporte. Una de las mejores es, por ejemplo, el autobús de Denia a Alicante, que ofrece tanto trayectos directos que tardan 90 minutos como viajes más económicos con una duración de menos de tres horas. Este servicio conecta varias localidades de la provincia y es una opción cómoda para quienes no quieren depender del coche o prefieren disfrutar del paisaje mientras se desplazan.

Con estos encantadores pueblos como destino para tu escapada de fin de semana, podrás descubrir lo mejor de la Costa Blanca: impresionantes paisajes naturales, una rica cultura y mucha historia. Jávea, Altea, Calpe, Benissa y Moraira te brindarán experiencias inolvidables y rincones únicos que te sorprenderán.