Tener el respaldo de tus superiores es de agradecer en todos los órdenes de la vida y el mundo del fútbol no es excepción.

Existen entrenadores, algunos tan insignes como Javier Clemente o Luis Aragonés, de los que los jugadores que han tenido a su cargo, prácticamente en el cien por ciento de los casos, hablan maravillas en este aspecto. Siempre que ha aparecido alguna polémica, ellos han salido en defensa de sus futbolistas.

Cuando esta semana hemos escuchado a Unai Emery decir que Soldado es mejor que Negredo “de aquí a Lima”, el delantero lo ha agradecido de forma infinita. Quizás porque se trata de un rival directo en la lucha por estar en la próxima Eurocopa o quizás porque las internacionalidades del segundo superan de largo las del primero.

Estas inyecciones de moral por parte de un superior, por muy evidentes o superfluas que parezcan, no suelen ser práctica habitual en el balompié moderno. Así que desde un punto de vista objetivo, sólo cabe la felicitación a Emery y el deseo de que esta confianza demostrada desde el banquillo tenga la respuesta oportuna en el terreno de juego en forma de goles.