Curiosidades de València València está repleta de leyendas llenas de historias y curiosidades que casi nadie conoce. ¿Te apetece descubrirlas? Como muchas ciudades, València tiene sus curiosidades y leyendas que rodean la creación y crecimiento de la capital del Túria. Algunas puede que ya las conozcas, pero te aseguramos que te vas a sorprender con todas las demás. La luna de València: Seguro que has dicho o escuchado muchas veces la frase: “Estàs a la lluna de València”. ¿Pero conoces su origen? Nos remontamos a los tiempos en que la ciudad de València se encontraba amurallada y las puertas de la ciudad tenían un horario de cierre y si llegabas más tarde de esa hora, no podías entrar en la ciudad. Era entonces cuando se decía que te quedabas en la luna de València. En la actualidad es una frase hecha que hace referencia a los despistados y a las distracciones, pero también a alguien que espera algo y que no lo puede conseguir. La paella: La Paella Valenciana es lo más sagrado que tenemos en la terreta, pero, ¿sabes de dónde proviene su nombre? De la sartén en la que la cocinamos. En la antigüedad, los valencianos le llamaban a la paella ‘arroz de paella‘, porque era el arroz que se cocinaba en esa sartén especial, y de ahí proviene su nombre actual. Además, la paella es un plato de origen humilde que nació en las zonas rurales arroceras próximas a la Albufera. Los agricultores preparaban una comida fácil con los ingredientes que tenían a mano en el campo y en la huerta. Torres de Serranos: Las Torres de Serranos de València es una de las atracciones turísticas más famosas de la ciudad. Pero, ¿sabes que durante la Guerra Civil fue el escondite de la famosa obra de Las Meninas de Velázquez? La razón fue que el Museo del Prado estaba en peligro y podía sufrir bombardeos, así que se decidió transportar gran parte de sus obras a otros puntos de la geografía para salvaguardarlas. Las Torres de Serranos fueron el destino elegido porque se consideró que, en caso de bombardeo, el cuadro se mantendría a salvo. El Miguelete: El campanario gótico de la ciudad de València recibe el nombre de Miguelete, Micalet en valenciano, porque fue bendecido el día de San Miguel, el 29 de septiembre de 1418. Una de las anécdotas más divertidas que ocurrieron en el Miguelete fue en 1459, cuando unos bromistas subieron a un burro a lo más alto del campanario. Todo el mundo se asustó y no comprendían que había pasado. Tuvieron que venir unos marinos para bajar al animal con un sistema de poleas y la broma se consideró un acto del demonio hasta que se descubrió la verdad. Las fallas: Si eres valenciano, muy probablemente lo sepas, pero por si no es el caso: las fallas son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Fueron declaradas así por la UNESCO el 30 de noviembre de 2016, donde se premió a una actividad festiva que representa los valores de esfuerzo colectivo y que ensalza los conocimientos y saberes del pueblo valenciano. Desde entonces, cada año se celebra el aniversario de este reconocimiento como mejor sabemos hacerlo los valencianos: con una gran fiesta que conmemora esta fecha tan especial. La primera obra impresa: La primera obra literaria impresa en España, fue en València. En 1474 se imprimió “Trobes en lahors de la Verge Maria” de Mosén Fenollar. Se trata de un poemario compuesto por cuarenta y cinco poemas, cuarenta de ellos en valenciano, cuatro en español y uno en italiano, así como un prólogo en latín. Salió de las prensas de Lambert Palmart concretamente el 25 de marzo de 1474 en la ciudad de València y actualmente se conserva en la biblioteca de la Universidad de València, donde puedes ir a verlo. La cotorra y el pajarito: La cotorra del Mercat es una veleta con forma de ave situada en el Mercado Central y el pardal de Sant Joan es la veleta que se encuentra en lo alto de la Iglesia de los Santos Juanes. La leyenda cuenta que la cotorra y el pardal, al estar frente a frente hablaban de todos los rumores que había en la ciudad y que observaban desde las alturas. Aparecen en muchos escritos valencianos, e incluso se ha hecho una comedia musical valenciana dedicada a esta veleta: “La Cotorra del Mercat”. Foto del Instagram de Beata Forzis. La fachada más estrecha: En el número 6 de la Plaza Lope de Vega, en pleno barrio de Santa Catalina, se encuentra el edificio con la fachada más estrecha de España, de Europa y la segunda del mundo, superada únicamente por una de Brasil de 100 cm, conocida como ‘La casa del Metro’. Su fachada mide 107 centímetros de lado a lado, poco más que el ancho de la puerta. A día de hoy forma parte del restaurante, ‘La Estrecha’, que se encuentra justo al lado. ¿Lo conocías? Foto del Instagram de the_journey_of_joy El caimán del Patriarca: La leyenda cuenta que durante una riada, cuando el Río Turia era muy caudaloso, se escapó un caimán que iba nadando por la ciudad de València. Un preso se ofreció a capturarlo a cambio de su libertad y lo consiguió. Después de esto, el caimán fue disecado y colocado en el Real Colegio Seminario del Corpus Christi, donde se puede visitar a día de hoy. Este caimán ha protagonizado muchos libros y leyendas valencianas donde también se le conoce como cocodrilo o dragón del Patriarca. Las 300 doncellas: Cuando el rey Jaime I consiguió tomar la ciudad de València, concedió el honor a sus soldados, de a quienes fueran los primeros en entrar a la ciudad, serían recompensados con mujeres de su lugar de origen. Como entraron tres leridanos, el rey hizo traer 300 doncellas de Lérida. De estos romances se dice que salieron siete matrimonios, los cuales fueron representados con sus iniciales en la Puerta del Palau de la Catedral de Valencia. Foto del Instagram de Pere Torra. Museo Príncipe Felipe: La Ciudad de las Artes y las Ciencias también tiene sus curiosidades, en concreto, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, donde se esconde un truco de magia alrededor de su arco. De punta a punta hay 50 metros de distancia, por lo que parece imposible poder escuchar a otra persona que esté al otro extremo del arco. Sin embargo, gracias a su construcción que canaliza las olas de sonido, puedes escuchar a la perfección a una persona desde el extremo opuesto del arco. ¿Te lo puedes creer? Pues ve a probarlo y compruébalo con tu propia experiencia.