Cristiano Bartolini, gerente de Tintofino Ultramarino "La promoción del turismo en Valencia debería involucrar más a los empresarios" “El vino es nuestra cultura. Desde la Biblia. El sacramento más importante. El vino lo cuenta todo: el campo, sus generaciones de viticultores, los distintos terruños. Es quizá el emblema más importante de la cultura mediterránea”. ¿Qué es Tintofino Ultramarinos? La idea era crear un local donde los vinos tuvieran el protagonismo. El concepto italiano de vinoteca, donde bebes vino y también comes platos genuinos pero sencillos. La idea es la degustación. También quería una relación muy directa con el producto, de ahí la parte de ultramarino. Aquí puedes comprar para casa lo que has comido en el restaurante. Y acercar el vino al cliente, caldos españoles y del mundo. ¿De qué manera? Enfocamos la venta de vino bueno por copas. No hay un vino de la casa. Ahora se ha puesto ese concepto de moda, los restaurantes colocan las botellas de menor condición. Nosotros apostamos por fomentar la cultura del vino de calidad. Si alguien viene a Tintofino puede pedir el vino que quiera, y en una misma mesa cada uno está bebiendo su elección y puede probar más de uno a lo largo de la cena. ¿Qué busca el cliente? Lo quiere todo: calidad, precio razonable, buen servicio. Yo soy restaurador pero también soy cliente y está claro que cuando salimos de casa buscamos ser bien recibidos. Y sobre todo ahora con la crisis seleccionamos más, y me parece justo. ¿Crees que queda mucho para llegar a una recuperación económica? Pienso que sería bueno que cada persona volviera a su sitio. Recuperar el sentido común. Creo que para salir cada uno debería saber para qué vale y dedicarse a eso. Trabajar más y mejor. Si se hace eso, se da la oportunidad para crecer. Quien lo consiga, se recuperará. Pero quienes no quieran sacrificarse, no saldrán nunca. ¿Qué añadirías a la marca Valencia? La ciudad es un buen producto pero no lo sabe vender. Vas a las ferias y no tienen un buen ‘stand’, ni videos promocionales a la altura. El 90% de los turistas se van satisfechos de Valencia, pero no vienen tantos. Falta cultura turística, desde los organismos se debería involucrar más a los empresarios y tener un perfil menos cateto. ¿Valencia: pueblo o ciudad? A la ciudad la veo en fase de cambio. Siempre se ha considerado un pueblo grande que quiere ser una gran ciudad y está en ese trámite, como ciudad y también respecto a su mentalidad. Tiene que crecer entre dos extremos: el espejismo del bienestar y una crisis profunda. ¿También está el empresario valenciano en esa transición? ¿A qué se dedica el empresario valenciano?, ¿a cuál sector?, ¿qué industria? Creo que han dejado de lado la agricultura, también la pesca. Parece que esta ciudad no tenga mar. Y otros sectores, no pueden competir con la deslocalización. Es cierto que también hay que regirse por el mercado, y ser más dinánicos. Reinventarse. Un menú por 20 euros Embutidos, quesos del mundo, tapas, una especialidad italiana y postre, acompañado de cuatro vinos: espumoso, blanco, tinto y dulce. Y por un precio más elevado: champagne Andre Clouet Grande Réserve Grand Cru con quesos franceses.