Breve historia del cine-teatro Olympia (Conmemorando sus 100 años) Escrito por David Herrera David Herrera nos presenta la breve historia del cine-teatro Olympia. Conmemorando sus 100 años Poco a poco se va acabando el 2015, y no queremos despedirlo sin recordar un aniversario que, a mi parecer, ha pasado un tanto desapercibido: el centenario del teatro-cine Olympia. ¡Qué mejor excusa para dedicarle un artículo! En la calle de San Vicente, en pleno centro y al lado de la plaza del Ayuntamiento, después de 100 años se encuentra el edificio del teatro, primero, después cine, y a partir de 1952, otra vez dedicado a la representación de obras dramáticas. Fue levantado en los solares donde se ubicó el convento de San Gregorio hasta 1911, cuando fue derribado para urbanizar esta parte de la ciudad. El encargado de erigir el inmueble fue arquitecto Vicente Rodriguez, que le dio un estilo postmodernista Según la crónica del periódico de la época, Las Provincias, afirmaba: “La imaginación de este coliseo había despertado gran expectación, no sólo por el deseo de conocer la nueva obra, sino por la clase de espectáculo”. La curiosidad fue satisfecha cuando se anunció su primera función, una ópera llamada El barbero de Sevilla a la que siguieron… Tosca, Manon, Rigoletto… En 1917 se empezó a programar cine, alternándose con otros espectáculos, pero las frecuentes proyecciones de películas, hizo que el público identificara al Olympia como un cine y se convirtió desde entonces en sinónimo de la historia del cine en la ciudad. Mucho tuvo que ver el empresario Ángel Pérez del Val, que supo programar su salón con numerosos éxitos. Son los tiempos del inolvidable cine mudo, de una calidad envidiable, que conectaba con las preferencias de los asistentes de aquel momento, siendo sus principales rivales del Lírico y el Gran Teatro. A finales de los años 20 llegan las primeras películas sonoras y el Olympia rápidamente se transforma en una de las salas que estrenará este nuevo género junto con el Lírico, en sana competencia, siendo en el Olympia donde se podrá ver en la ciudad la primera película sonora el 5 de febrero de 1930, ¿la elegida? El clásico El arca de Noé (1928) de Michael Curtiz, producida por la Warner Bros. La década de los años 30, con la irrupción de más salas, supondrá un retroceso en los resultados del cine, aunque los dueños del edificio siguieron contando con Ángel Pérez del Val, empeñado en que el Olympia siguiera codeándose entre los mejores de Valencia. Para conseguirlo, no dudó en firmar contratos publicitarios y hacer una mayor promoción, y en la década siguiente, cuando llega con fuerza el cine norteamericano, adaptándose a ello con todo lo que conllevaba. Pero, la gran competencia del cine Rex, antes conocido como Gran Teatro y el buen hacer del Capitol sumieron al Olympia en una crisis de afluencia de público. La consecuencia de esta situación llegó a principios de los años 50, cuando Ángel Pérez del Val dejó de ser el empresario y se hizo cargo del cine Callao Espectáculos, de la que formaba parte Enrique Fayos, que, a la postre, sería el máximo responsable del Olympia durante muchos años y que le devolvería el esplendor perdido. La última fecha a recordar fue 1983, cuando murió definitivamente como cine, pero lejos de desaparecer, se reconvirtió en un teatro, que todavía hoy es gestionado por los Fayos, los hijos de Enrique Fayos, los hermanos Fayos Bonell, programando en su sala con capacidad para más de 1100 espectadores (casi 900 en el patio de butacas) teatro comercial y de calidad, infantil, monólogos… ¡Felicidades por estos 100 años de vida y un brindis por muchos más!